«Eficacia y Eficiencia» Vs «Mira fijamente a la luz y cree lo que te cuento»

Época convulsa la que estamos pasando…no vamos a repetir lo que cada día se difunde en prensa…lo que a buena mañana y con las legañas incipientes todavía colgando de nuestros lagrimales escuchamos en la cafetería cuando todavía no somos capaces de articular palabra…lo que muchos de nosotros pensamos sobre lo que pasa a nuestro alrededor.

De todos modos me gustaría hacer una reflexión acerca de un tema que no veo nada claro y por mucho que me expliquen no alcanzo a comprender.

Vamos a ver, amigos gestores de lo común:

Cuando se procedió a actuar al más puro «Atila Style» con los trabajadores de las administraciones públicas para reducir costes, se trataba el tema en términos de búsqueda de una mayor «Eficacia y Eficiencia» de la administración, ante lo cual, el resto de mortales que recibíamos  esa justificación podíamos estar más a favor o en contra, pero en cualquier caso debíamos suponer que se había hecho un trabajo escrupuloso de análisis hipermegatopechachi para tener superultra claro qué sobraba para alcanzar esa Eficacia y esa Eficiencia tan deseadas.

Analicemos los términos mencionados con el uso de la magnífica Wikipedia:

«Eficiencia: Capacidad de disponer de alguien o de algo para conseguir un objetivo determinado con el mínimo de recursos posibles viable».

«Eficacia: Capacidad de lograr el efecto que se desea o se espera».

Vamos, para resumir, el rollo es conseguir lo que se necesita con el menor coste posible.

Creo que hasta aquí todos lo entendemos y estamos más que de acuerdo ya que básicamente es lo que nosotros querríamos para nuestro día a día.

Ahora empieza lo que no entiendo…seré raro o quizá corto.

Viernes, 14,45 hora zulú:

Me planto en una oficina de  la administración a tramitar un tema.

Lo primero que me encuentro en la calle es gente llorando…un montón de gente hechos polvo. Paso mirando de reojo y con la parabólica puesta  a ver si me entero de lo que ha pasado (somos cotillas por naturaleza y extremadamente morbosos)  pero solamente soy capaz de oír sollozos, lamentaciones y alguna blasfemia relativa a «alguien» que les ha comunicado el despido inmediato hacía 10 minutos….

¡¡¡GRACIAS POR HABER PARTICIPADO, HABÉIS SIDO MUY BUENOS TRABAJADORES, OS QUEREMOS….PERO EL LUNES NO VOLVÁIS!!!…ES QUE HEMOS DE SER EFICACES Y EFICIENTES.

Sigo pasillo adentro en el edificio oficial dejando atrás esa inesperada y triste escena, cuando uno va pillando comentarios de otros trabajadores y se entera que los que hay fuera son personal llamado «Laboral» y personal «Interino», vamos, que no eran personal de ese que hecha raíces y se adhiere a su silla con logtite porque hace 8 millones de años ganó una plaza por oposición (a partir de ahora los denominaremos  «logtitianos«).

Pero mis ojos salieron de las órbitas cuando, al llegar al despacho en el que debía tramitar mi tema me encuentro a varios «logtitianos» en plan «estamos de botellón con nuestra sobrasada, vinito y demás productos de la tierra poniendonos finos», alguno de ellos incluso con los pies sobre la mesa a lo sheriff del viejo oeste.

Debo decir a su favor que «ellos no tienen la culpa, es la sociedad», y en el fondo es ligeramente cierto desde el momento en el que los que supervisan a los «logtitianos» realmente tampoco los supervisan ya que al estar en puestos a dedo (a partir de ahora se denominarán «adedianos«) una de las cosas que quieren evitar a toda costa es tener problemas con los logtitianos y pasar 4 años de legislatura infernales.

Por supuesto me tocó esperar a que los logtitianos se dignaran en atenderme (cosa que hice encantado ya que era totalmente consciente que estaban contribuyendo a la eficacia y eficiencia de lo público) y sin duda recibí de muy buen agrado el comentario del logtitiano que me atendió mientras se limpiaba el aceite de las manos que rezaba:»como habrá visto estamos cortos de personal por los recortes, motivo por el que no podremos solucionar su tema hasta dentro de unos días».

Surrealismo en estado puro…Oh my God!!! sigue…sigue…no pares baby!!! no dejes de darme tanta eficacia y eficiencia!!! K’moooon.

En fin, tras este viaje psicotrópico uno se va enterando de cosillas (porque uno se mueve y conoce a gente y tal y pascual) entre las que destaca el hecho que el criterio para determinar quien se quedaba y quien se iba no se basó en un análisis del rendimiento del trabajador y de su servicio hacia el administrado (en el caso de los que tiraron a la calle cabe destacar que tramitaban el triple o cuadruple de expedientes que la mayoría de los logtitianos), sino que se basó en unas recomendaciones que Espinete le dio al gobernante de turno tras haber consumido peyote.

Conclusiones:

  • Se ha dado la patada a gente eficaz.
  • Se ha dado la patada a gente eficiente.
  • Se ha mantenido a gente ineficaz.
  • Se ha mantenido a gente ineficiente.

Por lo tanto, el sistema ES MÁS BARATO (de eso no cabe duda) pero es, y de largo, MAS INEFICAZ Y MÁS INEFICIENTE.

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